dilluns, 11 de març del 2013

El penúltimo sueño.

"El verdadero amor no muere," dijo.
Joan Dolgut y Soledad Urdaneta lo sabían. Las sonrisas talladas en sus labios lo confirmaban. Su amor era inmune a los cuervos de la muerte. A la tenue luz de los cirios. Sus caras irradiaban luz del alma. 

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada